Pese a lo que pudiera parecer, el título del artículo carece de problemas de dicción, trata simplemente de analizar los cambios en el modelo laboral y observar cómo afecta la aplicación de estos Expedientes de Regulación de Empleo. (ERE)
De manera generalizada en el ámbito laboral, desde hace ya unos doce años nos venimos viendo afectados por estos procesos. En principio, como solución a una necesaria reducción de plantilla o cierre y de un tiempo a esta parte, como un mero elemento de renovación/abaratamiento de las plantillas, en la mayoría de las ocasiones pactado y acompañados de compensaciones económicas a los salientes y recortes a quines permaneces y especialmente a quienes se incorporan.
Poco a poco hemos visto como esos procesos, han ido con el paso de los años perdiendo su justificación en la mayoría de los casos, han ido evolucionando al pacto sindical.
Al principio, cuando su aplicación venía totalmente acreditada, había que solventar esas dificultades y por un lado se indemnizaba al empleado saliente, en ocasiones con grandes cantidades de dinero, mientras que por otro, evidentemente no se contrataba a nadie más de nueva incorporación.
Poco a poco, se ha hecho menos necesario acreditar la situación ante un juez y está más en la onda negociar estas estampidas de personal. Esto ha derivado en hacer un uso fraudulento de estos ERE´s.
En la actualidad, al ERE, despido colectivo justificado, le sigue curiosamente una contratación masiva de personal. Eso sí, en peores condiciones. El saliente ya carece de millones y, de momento, se le ofrece un semiparo compensado y por supuesto, el apreciado descanso. El entrante ya no ocupa su puesto, no tiene su jornada, no mantiene sus derechos y si a quien sale ya le han rebajado las condiciones económicas, imagínate que pasa con quien entra.
Si cada vez que aplicamos un ERE financiamos la salida de unos con la entrada más barata de otros, la financiación de la salida de estos últimos será con unos futuros aún más baratos. Lógicamente, o más propio, aritméticamente, las condiciones de salida se irán empeorando y abaratando proporcionalmente al número de ERE que se lleven a cabo hasta el día que ya no haya con qué financiarlo, pero sí se pretenda seguir contratando, en aún perores condiciones.
Por eso, es compromiso de todos el no sacar de contexto las herramientas laborales, existentes. Los ERE deben ser sólo aplicados en casos extremos, donde está claramente justificado por cierre, cese de actividad, etc la pérdida de empleos y siempre con los costes a cargo de la Empresa y no de los trabajadores. Entiendo, se ha de cortar la aplicación de estos, para el abaratamiento de los puestos de trabajos recuperando el espíritu de esta herramienta.
En la situación actual, los ERE´s negociados, solo se habían dado en las empresas públicas (con el objetivo de abaratarlas). El hecho de facilitar ERE´s negociados (NO NECESARIOS) con las empresas privadas, significará la desaparición de los derechos laborales.
Si se certifica y se pacta con los sindicatos el ERE de Spanair, en pocos días, se apuntará el único que falta AEA.
Mientras, la patronal sigue actuando de manera fraudulenta con la apoyo de sus amigos despidiendo o amenazando a sus empleados para dar sus puestos a otros más baratos, más obedientes, menos organizados, …Ellos siguen ERE que ERE.
Paco Martínez
De manera generalizada en el ámbito laboral, desde hace ya unos doce años nos venimos viendo afectados por estos procesos. En principio, como solución a una necesaria reducción de plantilla o cierre y de un tiempo a esta parte, como un mero elemento de renovación/abaratamiento de las plantillas, en la mayoría de las ocasiones pactado y acompañados de compensaciones económicas a los salientes y recortes a quines permaneces y especialmente a quienes se incorporan.
Poco a poco hemos visto como esos procesos, han ido con el paso de los años perdiendo su justificación en la mayoría de los casos, han ido evolucionando al pacto sindical.
Al principio, cuando su aplicación venía totalmente acreditada, había que solventar esas dificultades y por un lado se indemnizaba al empleado saliente, en ocasiones con grandes cantidades de dinero, mientras que por otro, evidentemente no se contrataba a nadie más de nueva incorporación.
Poco a poco, se ha hecho menos necesario acreditar la situación ante un juez y está más en la onda negociar estas estampidas de personal. Esto ha derivado en hacer un uso fraudulento de estos ERE´s.
En la actualidad, al ERE, despido colectivo justificado, le sigue curiosamente una contratación masiva de personal. Eso sí, en peores condiciones. El saliente ya carece de millones y, de momento, se le ofrece un semiparo compensado y por supuesto, el apreciado descanso. El entrante ya no ocupa su puesto, no tiene su jornada, no mantiene sus derechos y si a quien sale ya le han rebajado las condiciones económicas, imagínate que pasa con quien entra.
Si cada vez que aplicamos un ERE financiamos la salida de unos con la entrada más barata de otros, la financiación de la salida de estos últimos será con unos futuros aún más baratos. Lógicamente, o más propio, aritméticamente, las condiciones de salida se irán empeorando y abaratando proporcionalmente al número de ERE que se lleven a cabo hasta el día que ya no haya con qué financiarlo, pero sí se pretenda seguir contratando, en aún perores condiciones.
Por eso, es compromiso de todos el no sacar de contexto las herramientas laborales, existentes. Los ERE deben ser sólo aplicados en casos extremos, donde está claramente justificado por cierre, cese de actividad, etc la pérdida de empleos y siempre con los costes a cargo de la Empresa y no de los trabajadores. Entiendo, se ha de cortar la aplicación de estos, para el abaratamiento de los puestos de trabajos recuperando el espíritu de esta herramienta.
En la situación actual, los ERE´s negociados, solo se habían dado en las empresas públicas (con el objetivo de abaratarlas). El hecho de facilitar ERE´s negociados (NO NECESARIOS) con las empresas privadas, significará la desaparición de los derechos laborales.
Si se certifica y se pacta con los sindicatos el ERE de Spanair, en pocos días, se apuntará el único que falta AEA.
Mientras, la patronal sigue actuando de manera fraudulenta con la apoyo de sus amigos despidiendo o amenazando a sus empleados para dar sus puestos a otros más baratos, más obedientes, menos organizados, …Ellos siguen ERE que ERE.
Paco Martínez
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