No, no es una transcripción de ningún registro. Tampoco nos lo ha dicho ninguno de los técnicos ni inspectores del aeropuerto, esos que sólo informan del día que irán a hacer la inspección.
Esta claro que algo no marcha bien. Algo está fallando. Y eso lo afirmamos nosotros.
Eso sí, a diferencia de lo que estamos viendo estos días, nosotros no vemos el problema en sólo en el accidente de la semana pasada.
En menos de un año, hemos visto situaciones algo preocupantes; desde el cierre de Air Madrid (supuestamente por motivos de seguridad y que más bien parecían de competencia), las noticias en las que los aeropuertos son primera plana van in-crescendo. Robos de equipajes, cierres de compañías, organizaciones de traficantes (tanto de drogas como de personas), reclamaciones de pasajeros, engaños a estos, muertes de empleados (mecánico de Tenerife) e incluso lo que nunca debió pasar, accidentes aéreos. Todo mientras empresarios y administraciones públicas miran a otro lado, diciendo que todo es normal. Las culpas al muerto o simplemente es un desgraciado accidente.
Esta claro que algo no marcha bien. Algo está fallando. Y eso lo afirmamos nosotros.
Eso sí, a diferencia de lo que estamos viendo estos días, nosotros no vemos el problema en sólo en el accidente de la semana pasada.
En menos de un año, hemos visto situaciones algo preocupantes; desde el cierre de Air Madrid (supuestamente por motivos de seguridad y que más bien parecían de competencia), las noticias en las que los aeropuertos son primera plana van in-crescendo. Robos de equipajes, cierres de compañías, organizaciones de traficantes (tanto de drogas como de personas), reclamaciones de pasajeros, engaños a estos, muertes de empleados (mecánico de Tenerife) e incluso lo que nunca debió pasar, accidentes aéreos. Todo mientras empresarios y administraciones públicas miran a otro lado, diciendo que todo es normal. Las culpas al muerto o simplemente es un desgraciado accidente.
Todo vale, menos arreglar la situación;
Por un lado están las empresas. Todas. Quienes su máxima preocupación es seguir abaratando costes y aumentar beneficios. Pocas son las empresas que mantienen coordinadores como categoría profesional prefiriendo que cualquiera firme y chequee la hoja de carga y centrado del avión. Pocas las que tienen conductores, permitiendo que cualquier persona con carné de coche pueda transportar a pasajeros en autobuses que no dejan de circular entre el lío de vehículos y maquinaria que se mueve en la plataforma.
Pocos son los empresarios y directores que invierten en formación. Es más, casi la mayoría han recortado sus cursos (subvencionados) y otras muchas “obligan” a sus empleados a recibirlos en su tiempo libre. Pocas las que no tienen en sus planes eliminar a sus plantillas de mantenimiento, para subcontratarlas al más barato postor, que no al mejor.
Tampoco encontramos empresarios de handling, que en su propuesta concursal hace unos meses apostaran por un servicio de calidad. Precio y contactos, fueron sus preocupaciones.
Pues bien, más allá de criterios morales, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad egoísta, hemos de reconocer que la mayor parte de estas prácticas es legal, o al menos aceptada y permitida por los organismos públicos que dan cabida a esa desregulación.
En el otro lado, están ellos, nuestros políticos. Además de uno de los pocos entes públicos que quedan (no sabemos hasta cuando), Aena.
Entre normativas europeas y propias abren el mercado de la aviación a las cuentas de resultados. Son ellos quienes permiten a los anteriores hacer lo que les convenga. Han sido los primeros en asegurar que todo está conforme las normas y a su vez, que estas son seguras. Permiten la desregulación , la desaparición de categorías profesionales, prácticas “dudosas” como conducir autobuses sin carné, y un largo etc que no hace sino ahondar aún más la brecha abierta.
Dan y quitan licencias sin explicaciones, o cambian de criterio según el consorcio de empresarios y políticos que se encuentren al otro lado. Y como han afirmado, la normativa es segura. Entedemos que una normativa segura, garantiza que no haya todos esos incidentes, salvo error humano calro está, y al parecer no suele ser el caso.
Mientras, empleados y usuarios nos vemos sometidos a la incertidumbre, al no sabemos que será mañana y a sufrir las consecuencias de la lucha de poder y dinero.
Por todo ello, independientemente del desgraciado accidente, especialmente sufrido por usuarios y empleados, afirmamos que algo no funciona y deseamos que todos, especialmente quienes nos representan, tomen las medidas oportunas que devuelvan al sector aéreo los niveles de calidad y seguridad que como ciudadanos y trabajadores merecemos y que mitiguen los numerosos incidentes que desgraciadamente se han producido.
Cual profesor Neira y otros muchos ciudadanos anónimos, seguiremos denunciando y reivindicando un sector más seguro, sin importarnos las futuras consecuencias personales que pudieran derivar.
Acabar con la PRECARIEDAD de las plantillas y REGULAR las condiciones para operar, siguen siendo nuestras reivindicaciones.
POR LA PROFESIONALIZACIÓN DEL SECTOR.
CC.OO. NEWCO A.S.
