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Hace pocos días, el Ministro de Fomento anunciaba que los scanner corporales en los aeropuertos serán una realidad.
Nos manifestamos en contra de todo este tipo de medidas que curiosamente nunca consiguen sus objetivos. O, quizás sí...
La primera de las consecuencias de todos estos sistemas/procedimientos vienen afectar uno de los más importantes principios jurídicos y sociales: LA PRESUNCION DE INOCENCIA. La instauración de estos sistemas conlleva directamente implicita nuestra criminalización. Nos hace ver que somos delincuentes y nos tratan como tales.
Esta idea, es en la mayor parte de nosotros rechazada, pues somos incapaces de creer que somos nosotros los delincuentes. Una vez rechazado un hecho tan evidente, solemos cambiar esa reacción por otra que nos evite pensar o creer que es por nosotros. Entonces? Entonces, la reacción que provoca es el miedo. Al no entender por qué nos hacen sentir delincuentes sin serlo, pasamos a creer que los demás si lo son, o como poco, que debe haber muchos por ahí. Así justificamos estos procedimeintos. Al tiempo, los gobiernos siguen afinazando ese sentimiento de miedo que tanto interesa.
Mientras, además de violar nuestra intimidad, además de controlar nuestros movimientos y además de poder usarlos para otros casos totalmente distintos del objetivo para el que fueron creados. Total, un nuevo engaño.
Todas y todos que trabajamos en los aeropuertos sabemos que esos y otros filtros se pueden saltar. Todas y todos nos preguntamos por qué los terroristas sólo atentan en aviones y no en trenes, autobuses, centros comerciales, iglesias, campos de futbol...
Como apunte, entendemos que hay otros metodos más fiables en la lucha contra el crimen, el terrorismo y la delincuencia en general.
Supongamos que mañana se prohiben las cuentas secretas... Es decir, que como a todo ciudadano de a pie, tengan acceso a los datos y movimientos de cuentas. Esos datos que usan para embargar cuentas y cobrar multas, impuestos y otros menesteres.
Pues parece lógico, que si a esas grandes cuentas les quitaramos la opacidad, o lo que es lo mismo las pasaramos por un scanner, no sería dificil descubrir quienes han realizado operaciones monetarias como la compra de armamento, el tráfico de drogas e incluso impresionantes delitos fiscales.
No se deben matar moscas a cañonazos. No podemos desnudarnos todas y todos, incluidos menores y mayores, con el objetivo de buscar el activista al que hace unos días le facilitaron más de 2 millones de euros para comprar explosivos, pagar sus servicios, amañar contactos y gastos logisticos y por qué no hacer algún que otro soborno.
No creemos en este nuevo sistema, como otros muchos (liquidos, etc) que solo sirven para tratarnos como delincuentes, hacer creer que el resto sí lo son y por que no, dar algun que otro pelotazo con un nuevo negocio.

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